Los bebés concebidos por fertilización in vitro (FIV) tienen una tasa ligeramente mayor de defectos congénitos en comparación con los bebés concebidos de forma natural. Sin embargo, la tasa de defectos congénitos en bebés nacidos por FIV sigue siendo relativamente baja.
La tasa de defectos congénitos en bebés nacidos por FIV varía según la causa de la infertilidad de los padres, la edad de la madre, la calidad del esperma y los procedimientos de FIV utilizados. Los estudios han demostrado que la tasa de defectos congénitos en bebés nacidos por FIV es aproximadamente del 1-4% en comparación con el 2-3% en bebés concebidos de forma natural.
La mayoría de los defectos congénitos en bebés nacidos por FIV son similares a los observados en bebés concebidos de forma natural, como problemas cardíacos, defectos del tubo neural, fisuras orales y labiales, y problemas renales. Sin embargo, también hay algunos informes de anomalías cromosómicas y síndromes genéticos raros en bebés nacidos por FIV, pero estos casos son muy raros.
Es importante recordar que la mayoría de los bebés nacidos por FIV son sanos y no tienen problemas de salud a largo plazo. Los médicos y especialistas en fertilidad trabajan en estrecha colaboración con los pacientes para minimizar los riesgos y asegurarse de que el proceso de FIV sea lo más seguro y efectivo posible.