Cuando el colesterol sigue alto, aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares, incluyendo enfermedades del corazón y accidentes cerebrovasculares. El colesterol alto puede provocar la acumulación de placa en las paredes de las arterias, lo que puede causar una disminución del flujo sanguíneo y aumentar el riesgo de coágulos sanguíneos, lo que puede provocar un ataque cardíaco o un accidente cerebrovascular.
Además, el colesterol alto puede provocar otros problemas de salud, como enfermedad hepática, enfermedad renal y problemas de la vesícula biliar.
Si los niveles de colesterol siguen siendo altos, se pueden tomar medidas para reducirlos. Esto puede incluir cambios en la dieta, ejercicio regular, pérdida de peso, dejar de fumar y tomar medicamentos recetados por un profesional de la salud.
Es importante hacerse análisis de sangre regulares para controlar los niveles de colesterol y trabajar con un profesional de la salud para desarrollar un plan de tratamiento personalizado. En algunos casos, los niveles de colesterol alto pueden ser causados por factores genéticos, y puede ser necesaria una intervención médica más intensiva para reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares.