En general, se cree que los seres humanos pueden percibir y distinguir hasta 6 sabores básicos, que son:
- Dulce: Es el sabor asociado con la presencia de azúcares o compuestos similares, como la sacarosa, fructosa o glucosa. Ejemplos de alimentos dulces incluyen azúcar, frutas maduras, chocolate y postres en general.
- Salado: Es el sabor asociado con la presencia de sales y minerales, como el sodio y el potasio. Ejemplos de alimentos salados incluyen sal de mesa, alimentos salados procesados y encurtidos.
- Ácido o agrio: Es el sabor que se percibe en alimentos ácidos, como el jugo de limón, vinagre, yogur y algunas frutas agrias.
- Amargo: Es el sabor que se percibe en alimentos amargos, como el café, el té, las verduras de hojas verdes, el chocolate negro y algunas frutas como el pomelo.
- Umami: Es el sabor que se asocia con la presencia de glutamato, un aminoácido presente en alimentos como el queso parmesano, el tomate, las setas y la carne cocida. El umami se describe a menudo como un sabor sabroso o salado.
- Astringente: Es el sabor que se percibe en alimentos que causan una sensación de sequedad en la boca, como el té negro, algunas frutas como las uvas verdes y ciertos vinos.
Es importante tener en cuenta que los sabores pueden combinarse y mezclarse en diferentes proporciones en los alimentos, lo que crea una amplia gama de sabores y experiencias gustativas. La percepción del sabor es subjetiva y puede variar de una persona a otra en función de su genética, experiencia previa y preferencias personales.