La concepción y nacimiento de un bebé a través de técnicas de reproducción asistida, como la fecundación in vitro (FIV), no aumenta necesariamente el riesgo de defectos congénitos en comparación con los bebés concebidos de forma natural. Sin embargo, existen ciertos factores y consideraciones que es importante tener en cuenta en relación con los bebés in vitro y los defectos congénitos:

1. Riesgos inherentes: Los bebés concebidos a través de FIV pueden tener riesgos inherentes asociados con la técnica en sí misma, como la posibilidad de embarazo múltiple (gemelos, trillizos, etc.), que conlleva un mayor riesgo de parto prematuro y bajo peso al nacer, lo que a su vez puede aumentar el riesgo de ciertos defectos congénitos.
2. Edad materna avanzada: Las mujeres que se someten a FIV a una edad materna avanzada, es decir, a partir de los 35 años o más, pueden tener un mayor riesgo de tener un bebé con ciertos defectos congénitos, ya que la edad materna avanzada en sí misma es un factor de riesgo conocido para los defectos congénitos.
3. Condiciones de salud preexistentes: Las parejas que se someten a FIV pueden tener condiciones de salud preexistentes, como enfermedades genéticas o cromosómicas, que pueden aumentar el riesgo de tener un bebé con defectos congénitos.
4. Manipulación de embriones: La manipulación de embriones durante el proceso de FIV, como la manipulación genética o la biopsia embrionaria para pruebas genéticas, puede conllevar un riesgo adicional de defectos congénitos.
5. Medicamentos utilizados en FIV: Algunos medicamentos utilizados en el proceso de FIV, como las hormonas utilizadas para estimular la ovulación, pueden tener efectos secundarios y potencialmente aumentar el riesgo de defectos congénitos. Sin embargo, los riesgos son generalmente bajos y los beneficios de la FIV superan ampliamente los riesgos potenciales.

Es importante tener en cuenta que la mayoría de los bebés concebidos a través de FIV nacen sanos y sin defectos congénitos. Sin embargo, es recomendable que las parejas que se someten a FIV sean cuidadosamente monitoreadas por profesionales médicos y sigan las recomendaciones y pautas de cuidado prenatal para minimizar cualquier riesgo potencial.